A pesar del escenario adverso para la agricultura familiar; las experiencias de los grupos de la red han mostrado su viabilidad productiva, ecológica, económica y social.

La RASA, tiene la capacidad de diseñar y operar propuestas hacia la agricultura sustentable, basadas en prácticas tecnológicas ya evaluadas en las condiciones locales.

Otro avance se refiere a la pertinencia de los enfoques utilizados, la agroecología ha sido una importante base para la generación y experimentación de tecnologías para la agricultura sustentable, y ha favorecido un enfoque integrado en el diseño participativo de tecnologías, el énfasis en la importancia del conocimiento local ha sido fundamental para las acciones de la RASA.

Por su parte la educación popular ha permitido establecer estrategias de formación entre los campesinos de la RASA quienes han aumentado su conocimiento sobre agricultura sustentable, y han adquirido un papel relevante en la formación de otros agricultores. Actualmente la red cuenta con un importante grupo de campesinos que actúan como formadores en los talleres y encuentros, realidad que muestra la viabilidad de las transformaciones rurales basadas en un enfoque de campesino a campesino.

La red ha logrado la construcción de su propio Centro de Formación y Experimentación en Agricultura Sustentable, un espacio educativo vivo y dinámico con un alto potencial pedagógico en los procesos de formación desde la práctica para los diversos actores sociales involucrados en la búsqueda de alternativas de desarrollo rural sustentable.

A partir de su conocimiento y esfuerzo, y con el respaldo de los procesos de formación de la RASA, los campesinos participantes han logrado ir avanzando hacia sistemas de producción más sustentables.

Esto les ha permitido resistir a la crisis rural y recobrar importantes márgenes de autonomía, los campesinos con más de cinco años en procesos de formación han modificado sus sistemas de producción hacia la agrodiversidad y con el uso de tecnologías sustentables. En todos los casos el punto de partida han sido las prácticas de la agricultura tradicional y las semillas nativas, los campesinos señalan que estos cambios les han permitido mayor autonomía y libertad.

Los participantes en actividades de la RASA han logrado:

  • Elevar su productividad sin perjudicar el medio ambiente.
  • Reducir sus costos de producción y los riesgos asociados a los altibajos del mercado.
  • Evitar los riesgos a la salud en sus familias y los consumidores al producir alimentos sanos, sin el uso de agroquímicos.
  • Comunicarse con otros agricultores y reforzar sus conocimientos y prácticas sobre agroecología, elevando su autoestima y el orgullo respecto a su identidad campesina.

Finalmente vale la pena mencionar que a partir de la sistematización y asesoría a las experiencias de los campesinos de la Red se han publicado cuatro libros, 8 artículos científicos y cinco videos educativos. La RASA edita el Boletín “Nuestro Maíz, Nuestra Cultura”, con una periodicidad cuatrimestral y de amplia circulación entre los grupos miembros.